1) Dejar claro y por escrito las condiciones de pago. Dentro de las muchas posibilidades que existen necesitamos el SI del cliente firmado y por escrito. A veces por la ansiedad de la venta queremos obtener la conformidad del cliente cuanto antes y olvidamos cuestiones tan importantes como negociar las formas de pago. Recordad que no hay peor venta que la que no se cobra, además es el momento del cierre cuando conoceremos mejor a nuestro cliente y tendremos indicios suficientes de saber si la venta es beneficiosa o no para nosotros.
2) Calcula tu margen para un cobro por adelantado. Cada empresa o autónomo debería calcular el margen de sus productos o servicios para aplicar sus tarifas. Una buena opción es cobrar por adelantado, al menos tu inversión inicial para esa operación más un porcentaje fijo. Para ello podemos aplicar descuentos por pronto pago u otras promociones comerciales. De esta forma involucramos al cliente desde el comienzo de la operación.
3) Realiza un seguimiento eficaz de tus impagados. La gestión de impagados o retrasos en los mismos debe ser llevada de forma tan rigurosa como las demás tareas comerciales, si no perdemos el contacto con el cliente, la reclamación será llevará de forma más natura entre ambas partes, además si hemos acordado un claro calendario de pagos con el cliente las reclamaciones serán mejor aceptadas.
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